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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Toldot 6-6

Generaciones

Génesis 27:28 – 28:4

Y tembló Isaac con estremecimiento muy grande, y dijo: ¿Quién fue entonces el que trajo caza, antes de que tú vinieras, y me la trajo y yo comí de todo, y lo bendije? Sí, y bendito será… Y Rebeca dijo a Isaac: Estoy cansada de vivir a causa de las hijas de Het; si Jacob toma mujer de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué me servirá la vida? 

(Gén. 27:33, 46 LBLA)

 

¿Por qué Yitsjak tembló tanto y Rivká dudó de su vida? 

Los patriarcas y sus esposas se habían dedicado para servir única y exclusivamente al Eterno. Toda su vida estaba dedicada a hacer la voluntad del que los llamó. Conforme iban siendo fieles en las pruebas que les fueron presentadas, el Eterno confió en ellos más y más bendición y responsabilidad. La recompensa por la fidelidad es mayor responsabilidad. El que es fiel en lo poco también será fiel en lo mucho. Aprende a ser fiel en lo poco y el Eterno te dará mucho. Si no te da mucho, revisa tu vida para ver si hay un área donde eres infiel al Eterno. Corrige esa área y sele fiel en todo. Así podrá darte más y más.

Una de las cosas que el Eterno había dado a nuestros padres era la capacidad de pronunciar bendiciones de manera profética sobre otras personas y, especialmente, sobre sus hijos. Cuando Yitsjak había pronunciado una bendición profética sobre su hijo menor pensando que era el mayor, y se dio cuenta que había sido una equivocación, tuvo muchísimo temor. El texto hebreo usa cinco palabras para expresar el gran pavor que experimentó en ese momento. ¿Por qué tuvo tanto miedo nuestro padre Yitsjak?

Él sabía que su vida servía para transmitir a sus hijos lo que el Eterno había dado a su padre Avraham. Entendió que todo el plan de redención estaba encerrado en esa elección. Cuando él pensaba que le quedaba poco tiempo para morir quiso pasar a su hijo primogénito la bendición final para que el plan de redención y las promesas del Eterno pudieran tener un seguimiento en su hijo. El problema era que el Eterno no quiso que Esav fuera el escogido sino Yaakov, y parece que Yitsjak no lo tenía claro y actuó según la tradición y no según el espíritu profético, lo cual es fácil.

Ahora, la responsabilidad que posaba sobre sus hombros era inmensa y por eso cuando supo que había dado la bendición a la persona que él al principio pensaba que no tenía que haberla recibido, tuvo un temblor espantoso. Temía haber fallado al Eterno en uno de los momentos más importantes de su vida. No solamente todo el futuro de la redención y las promesas estaban en juego con esa bendición, sino también el Nombre del Eterno podía haber sido profanado al equivocarse en esto. Yitsjak tomó su papel en serio y no quería fallarle al Eterno. Cuando pensaba que había fallado en un momento tan crítico se llenó de pavor.

Nuestra madre Rivká tenía el mismo sentir en cuanto al propósito de su vida. Ella sabía que había sido escogida por el Eterno para ser parte de un plan profético muy importante y tampoco quería fallar en su llamado. Sabía que sus hijos eran la esperanza para el cumplimiento de los planes del Eterno para su vida. Si los hijos fallaran ella no tenía ningún sentido para vivir, porque ellos eran su razón de haber sido involucrada en este plan divino.

Esav se había desviado del plan al casarse con las hijas de Kenáan. Por eso no podía ser el portador de la promesa de redención para el mundo y él no podía heredar la tierra prometida. El único que quedaba y que podía calificar era Yaakov. Por eso era muy importante que no se casara con un pueblo maldecido. Tenía que encontrar una esposa que pudiera seguir el plan divino para el llamado de su familia. Si Yaakov fallaba, Rivká sentía que ella había fallado en todo su llamado y no valía la pena haber vivido.

Qué importante es tomar la vida en serio. Cada uno de nosotros tenemos un papel importante en el programa de la redención del mundo. El temor de Yitsjak y la preocupación de Rivká son normales en personas que viven para el Eterno. El temor de Yitsjak había dado una impresión tan fuerte en Yaakov, que más adelante lo menciona específicamente (31:42).

Que el temor de Yitsjak y Rivká esté con nosotros todos los días para que tomemos las decisiones correctas y no fallemos a Aquél que nos ha llamado,

          Ketriel