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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Lej lejá 3-1

Ve por ti

Génesis 12:1-13

 Y salieron para ir a la tierra de Canaán; y a la tierra de Canaán llegaron.

(Gén 12:5b LBLA)

 

¿Cómo logramos llegar a la meta?

          

La ciudad y la torre quedaron a medias porque los motivos del corazón de los hombres no eran correctos. Edificaron para sí mismos con rebeldía y presunción y buscaban obtener un nombre famoso. El Eterno condenó su actitud y su intento.

Teraj, el padre de Avraham, murió en Harán sin haber llegado a la tierra de Kenáan que se había propuesto al salir de Ur. No pudo llegar porque no fue su llamado.

En el texto de hoy vemos que Avraham y sus acompañantes llegaron a la meta de su proyecto. ¿Cuál es la diferencia entre lo que vimos la semana pasada y lo que vemos en la vida de Avraham? Ellos no llegaron a la meta, pero Avraham sí.

La gran diferencia está en la actitud el corazón. Avraham, nuestro padre, no buscaba tener un nombre, no buscó su propia fama. Por eso el Eterno le hizo famoso y ahora tiene un nombre conocido en todo el mundo. En lugar de querer edificar una ciudad para hacerse un nombre famoso, estaba dispuesto a salir de su tierra y dejar sus familiares. Avraham no buscaba la gloria de los hombres, sino la gloria del Eterno. Cuando recibió un llamado, obedeció la voz del Eterno sin saber exactamente a dónde ir. En lugar de rebelarse se humilló. En lugar de buscar sus propios intereses buscó los intereses del Todopoderoso. En lugar de buscar en la astrología buscó una relación personal con el Eterno. En lugar de hacer su voluntad hizo la voluntad del Eterno. Esa es la llave para su éxito.

Revisa los motivos de tu corazón. Deja de buscar tu propio placer y tus propios intereses. No vayas detrás de la popularidad, la fama y el dinero. Procura con todo tu corazón hacer lo que crees que el Eterno quiere que hagas. Haz todo para agradarle a Él. Si hay algo que sabes que no le agrada, abandónalo inmediatamente. Escoge lo que es agradable en sus ojos y tendrás la prosperidad verdadera y duradera. Obedece sus mandamientos, cumple sus preceptos, sigue sus caminos y tendrás éxito en todo lo que hagas y te irá bien a ti y a tus hijos para siempre.

Shavua tov (buena semana),

  Ketriel