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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Tsav 25-3

Manda

Levítico 7:11-38

Habla a los hijos de Israel y diles: "El que ofrezca el sacrificio de sus ofrendas de paz al SEÑOR, traerá su ofrenda al SEÑOR del sacrificio de sus ofrendas de paz. Sus propias manos traerán ofrendas encendidas al SEÑOR.

(Lev. 7:29-30a LBLA)

¿Quién puede presentar una ofrenda de paz?

Al la primera vista el versículo 29 no parece tener sentido. El versículo 30 nos da luz para entender lo que el Eterno quiere decirnos. La idea es esta, si alguien quiere presentar un sacrifico (u ofrenda) de paz, zevaj shlamim  זבח שלמים  – no puede enviarlo con otro, él mismo tiene que venir ante la presencia del Eterno con su sacrificio. Sus propias manos tienen que estar allí y presentarlo delante del Eterno. En el caso de los sacrificios de pecado, culpa y holocausto, es permitido ofrecerlos por medio de un emisario, pero no así con el sacrificio de paz. ¿Por qué fue establecido así?

Según mi entendimiento es porque el Eterno desea tener una relación personal muy especial con el que presenta una ofrenda de paz. El mismo propósito de las ofrendas de paz es poder expresar la relación amistosa que uno tiene con el Eterno y muchas veces esa ofrenda es dada como sacrificio de alabanza y gratitud. El que alaba y da gracias al Eterno no lo puede hacer a través de otros, tiene que venir él mismo. Otros pueden presentar tus necesidades y peticiones delante del Eterno a tu favor, pero no pueden presentarle tu alabanza. Tú mismo tienes que hacerlo.

HaShem desea encontrarse contigo en la alabanza y la gratitud. Por eso no se puede alabar al Eterno poniendo un disco o sólo escuchando a otros cuando cantan y tocan instrumentos. Uno mismo tiene que presentar su ofrenda delante del Eterno. Él quiere que le cantes con tu propia voz y que toques algún instrumento con tus propias manos, como está escrito en Cantar de los Cantares 2:14: “Paloma mía, en las grietas de la peña, en lo secreto de la senda escarpada, déjame ver tu semblante, déjame oír tu voz; porque tu voz es dulce, y precioso tu semblante.” (LBLA)

El Eterno te ama demasiado como para permitir que otros se presenten ante él en tu lugar.  

¡Bendito HaShem sea por su amor personal!

Ketriel