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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Bo 15-7

Ven

Éxodo 13:1-16

Y te será como una señal en tu mano, y como un recordatorio en tu frente, para que la ley del SEÑOR esté en tu boca; porque con mano fuerte te sacó el SEÑOR de Egipto. 

(Éx. 13:9 LBLA)

¿Cómo podemos entender el paralelismo entre los dos mundos?

La Torá ordena a los hijos de Israel poner señales en el brazo y entre los ojos. El texto hebreo no dice “como una señal” – כאות  – sino “para una señal” – לאות – lo cual nos da a entender que no se trata en primer lugar de un simbolismo, algo invisible, sino de algo muy concreto, algo físico. Con otras palabras, el Eterno ordena a los de la circuncisión poner señales físicas en el brazo y en la cabeza para recordar.

También estas señales sirven para algo más profundo. Lo que el Eterno hace lo hace en diferentes mundos a la vez. Las cosas materiales son el resultado de las cosas celestiales, y las cosas materiales hablan de las cosas celestiales. También hay una relación espiritual entre lo material y lo espiritual. De esa manera lo material no excluye lo espiritual y lo espiritual no excluye lo material. El hecho de que este mensaje tenga una dimensión espiritual no quita su importancia material, y como hay una conexión entre lo material y lo celestial, los que se ponen tefilín (filacterias) en el brazo y en la frente, tendrán una conexión con lo celestial a través de ellos. Una cosa no elimina la otra. Los dos mundos viven paralelamente y no se contradicen.

 De esto podemos aprender una lección de todo lo que sucedió en la primera redención. Lo que pasó entonces pasará en la segunda redención, la redención final. Hay un simbolismo entre las dos redenciones. El faraón simboliza el príncipe de este mundo, satanás. Egipto simboliza el sistema del mundo actual. Los hijos de Israel simbolizan a todos los hombres. La esclavitud física simboliza la esclavitud del hombre bajo el pecado. Moshé fue el primer redentor, el Mesías es el segundo.

          Conclusión: El Mesías nos liberará del poder del mal para llevarnos a la libertad eterna.

          ¡Bendito sea el Todopoderoso por el Redentor que vendrá!

          Shabat shalom,

          Ketriel