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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Bo 15-4

Ven

Éxodo 11:4 – 12:20

Por siete días no habrá levadura en vuestras casas; porque cualquiera que coma algo leudado, esa persona será cortada de la congregación de Israel, ya sea extranjero o nativo del país. 

(Éx. 12:19 LBLA)

 

¿Para qué sirve dejar de comer levadura?

El mes de la espiga tierna, en hebreo haavivהאביב  – fue consignado como el primer mes del año para los hijos de Israel. Ese es el mes de la redención. En ese mes fueron liberados nuestros padres de la esclavitud del faraón y del trabajo forzoso en Egipto y en ese mes será redimido Israel de nuevo. Para conmemorar la liberación histórica y para proclamar la liberación futura final, el Eterno instituyó la fiesta de la Pascua, en hebreo pésaj פסח (con acento en la e).

Inmediatamente después de la Pascua viene una celebración de una semana llamada la fiesta de los panes sin levadura, en hebreo jag hamatsot – חג המצות. Durante esa fiesta está estrictamente prohibido poseer, tener y comer algún producto de cereales que haya leudado.

Toda la celebración de Pesaj y Jag HaMatsot está llena de simbolismos que hablan de la primera y la segunda redención. Por lo tanto, la levadura, el pan leudado, tiene un simbolismo con un mensaje profundamente importante. El que no respeta la norma de no comer levadura durante esa semana de celebración perderá su derecho de pertenencia al pueblo elegido que reinará sobre el mundo venidero, sea extranjero o nativo de la tierra de Israel.

Entonces ¿cuál es el mensaje detrás de la prohibición de comer la levadura?

En las Escrituras la levadura es un símbolo de la mala inclinación, el pecado, la contienda, el orgullo y la falsa enseñanza. Así que cuando los hijos de Israel y todos los injertados de entre las naciones limpiamos nuestras casas antes de Pesaj buscando y eliminando todo rastro de levadura, es porque estamos proclamando que no queremos tener nada que ver con estas cosas en nuestras vidas. La liberación de la levadura espiritual es una parte muy importante de la última redención que tendrá lugar cuando el Mesías regrese en gloria. Entonces seremos libres del yetser hará, el pecado, para siempre. Pero antes de que suceda tenemos la obligación, no solamente de limpiar nuestras casas antes de Pesaj, sino también hacer lo mismo en nuestras vidas personales. Lo que aprendemos de la obligación de no tener nada que ver con la levadura durante una semana al año, es que debemos ser meticulosos para dejar que el Eterno nos limpie de todo pecado, orgullo, contienda y falsa enseñanza todos los días de nuestras vidas.

Si comemos algo leudado durante los siete días de Jag HaMatsot perderemos el enlace espiritual entre nuestras almas y el pueblo elegido, al menos que haya un arrepentimiento sincero. De la misma manera si comemos del pecado, es decir, si nos alimentamos de lo que produce el pecado en nuestras vidas, igualmente seremos privados de la vida eterna que está preparada para todos en el Mesías Yeshúa.

No tomes a la ligera las normas para la fiesta de los panes sin levadura. De igual manera no tomes a la ligera el pecado. Lucha contra él. Clama al cielo para ser liberado de todo lo que el Eterno considera levadura en tu alma. No te des por vencido. Sigue luchando con el deseo de que todo salga, y tendrás parte en la resurrección cuando venga el Bendito y Santo Sumo Sacerdote Celestial que quita el pecado del mundo.

          Que el Eterno te prospere en tu limpieza,

          Ketriel