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El Maná de la Torá por Dr Ketriel Blad


Shemot 13-1

Nombres

Éxodo 1:1-17

Pero las parteras temían a Dios, y no hicieron como el rey de Egipto les había mandado, sino que dejaron con vida a los niños. 

(Éx. 1:17 LBLA)

¿A quién debemos obedecer?

Toda autoridad que existe está puesta por el Todopoderoso. Esto es uno de los siete mandamientos que fueron dados a Noaj y sus hijos (Gén. 9:6). Si uno está puesto dentro de un contexto donde hay una autoridad que no cumple con su función, no obedeciendo lo establecido por el Eterno u obligando a sus súbditos a quebrantar alguno de los mandamientos del Eterno, no tiene la obligación de obedecer a la autoridad. Hay que obedecer a Elokim más que a los hombres que están puestos como representantes del Todopoderoso en la tierra (Hech. 4:19; 5:29).

Todo hombre debe temer y obedecer la autoridad que el Eterno ha puesto sobre él, padres, hermanos mayores, maestros, rabinos, otros líderes espirituales, policías, políticos, jueces etc. (1 Ped. 2:13-15). El que se rebela contra las autoridades se rebela contra el Todopoderoso (Rom. 13:1-7). Hay que obedecer a las autoridades en todo lo que no vaya en contra de la Torá del Eterno.

Las parteras hebreas se sometieron a la autoridad que el Eterno había puesto sobre ellas, el rey de Egipto. Sin embargo, llegó un punto donde hubo un conflicto de autoridad y de principios. El rey de Egipto quería obligarlas a cometer asesinato con los hijos varones recién nacidos de los hebreos. Esto es una violación del mandamiento de no asesinar. Así que por un lado estaba el mandamiento de someterse a toda autoridad y por el otro el mandamiento de no asesinar. Las parteras no podían cumplir los dos mandamientos.

Aquí entra el principio de que si hay un conflicto entre dos mandamientos, uno tiene preferencia y no es necesario cumplir el otro. En este caso optaron por cumplir el mandamiento de no asesinar, porque tiene preferencia sobre el mandamiento de obedecer las autoridades.

La razón por la que pudieron hacer esto era que tenían más temor del Todopoderoso que de la autoridad humana que el Todopoderoso había puesto sobre ellas. Esta actitud es la correcta. Cuando hay un conflicto de autoridad el Eterno SIEMPRE está por encima. Las parteras fueron protegidas y bendecidas por el Eterno por no obedecer un mandamiento ilegal del rey de Egipto.

          Aprendamos de esta lección.

          Shavua tov, buena semana.

          Ketriel


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